Un hombre de 29 años aceptó ayer una condena de seis años de cárcel por maltratar de forma constante a su mujer y violarla en dos ocasiones. La violencia que padeció la víctima fue extrema durante el último año que se mantuvo la relación. El acusado admitió que la golpeaba, la seguía y la impedía salir de casa sola. El asunto llegó a dos agresiones sexuales que el condenado justificó en su momento en que: «Eres mi mujer y como tengo ganas, tienes la obligación de hacerlo».
Los hechos ocurrieron en los años 2011 y 2012 en la vivienda de la pareja en la calle Ciudad de Querétaro. Tal y como aceptó el acusado, se dedicaba a controlar a su mujer a la que dominaba a través del miedo físico. El fiscal relata en su escrito que muchas de las agresiones que la víctima sufrió se produjeron con los niños menores de la pareja delante.
El procesado impedía a la mujer salir sola de casa. La llevaba hasta el trabajo y se quedaba esperándola para evitar que se fuera sola. Además, la insultaba de forma habitual: «Puta, guarra, golfa, no quieres tener relaciones conmigo porque las tienes con otros». En junio de 2012, ante una negativa de la mujer a mantener relaciones sexuales, la persiguió hasta el baños y la golpeó en la cabeza para obligarle a que le realizara una felación. Un mes mas tarde, la violó en presencia de un hijo de ambos de dos años de edad, al que la mujer llegó a sostener en brazos durante la agresión.
El fiscal solicitaba inicialmente una condena de 24 años de prisión para el acusado. Sin embargo, ayer se alcanzó entre la acusación particular, la pública y el abogado defensor, Bartomeu Oliver, por el que se aceptaban los atenuantes de confesión y de reparación del daño como muy cualificados. De esta forma se le condena a tres años por cada una de las dos agresiones sexuales y a trabajos en beneficio de la comunidad por los malos tratos.