El juicio a 55 personas por traficar con cocaína y heroína en Mallorca e Ibiza, derivado de la llamada Operación Kabul, continuará este miércoles con el interrogatorio a los acusados, en lugar del martes como estaba previsto inicialmente, tal como han solicitado algunas partes personadas en la causa.
El juicio arrancó el pasado 14 de enero con las cuestiones previas, en una sala especial, habilitada para la ocasión en el Polígono Son Rossinyol por la complejidad de acoger a tantos acusados con sus respectivos abogados y continuará en el mismo lugar.
El cambio ha afectado a varias de las fechas previstas, de manera que si en un principio estaba previsto que el juicio terminara el 21 de marzo, con las modificaciones se alargará hasta el 5 de abril.
La nueva agenda notificada por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares indica que los días 6, 7 y 12 de febrero tendrá lugar el interrogatorio de los acusados, y los días 13, 14, 18 y 28 de febrero declararán como los guardias civiles propuestos por el Ministerio Fiscal.
Los días 4 y 11 de marzo declararán el resto de los testigos de la acusación pública y las defensas; los días 12 y 13 de marzo se presentarán las pruebas periciales y 14 y 15 de marzo se escucharán las cintas con las conversaciones interceptadas durante la investigación.
Las conclusiones e informes de la partes se presentarán entre los días 18 de marzo y 3 y 5 de abril, cuando el juicio podría quedar visto para sentencia si todo transcurre tal como está previsto.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma juzga a los acusados de varios delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y receptación de mercancía sustraída en robos con fuerza e intimidación, detenidos todos ellos entre finales de 2007 y el verano de 2008 en la llamada «Operación Kabul», en la que se desmantelaron varios clanes dedicados a la venta de droga.
La Fiscalía pide en total 697 años de prisión repartidos entre los 55 acusados, así como multas que superan los 29 millones de euros, según recoge el escrito de acusación.
Entre los acusados figura Francisca Cortés Picazo, conocida como «la Paca», la matriarca de uno de los principales clanes del poblado de Son Banya de Palma, así como su hermano Juan, «el Moreno», y sus hijos Francisco Fernández Cortés, «el Ico», y Manuela Fernández Cortés, «La Guapi».
La Paca, que en la actualidad está en prisión y cumple una condena de 16 años y 9 meses por detención ilegal, blanqueo y amenazas, se enfrenta a una posible nueva condena de 19 años y medio.