Los dos principales responsables de la seguridad en las obras de ampliación de la autovía de Inca en 2004 se sentaron ayer en el banquillo de los acusados. La familia de un motociclista fallecido en un accidente durante las obras reclama una pena de dos años de prisión para el jefe de obra y el coordinador de seguridad. Entienden que ambos provocaron el accidente al no implantar medidas de seguridad necesarias para el tráfico durante los trabajos. La Fiscalía, sin embargo, considera que no hay delito y que el accidente fue fortuito.
Los hechos ocurrieron el 20 de noviembre de 2004 sobre las ocho de la mañana, a la altura de sa Indioteria. El motorista, un hombre de 33 años de edad circulaba en sentido a Palma. Sin intermediación de otro vehículo cayó al suelo. Las heridas que sufrió fueron muy graves y, apenas cinco horas después del golpe falleció. La acusación apunta por un lado a que en medio de un carril había una banda rugosa que había quedado de antes de las obras. Sostienen que con este elemento que había dejado allí la dirección de las obras chocó la víctima.
Los dos acusados defendieron que no suponía ningún riesgo para la seguridad y que en la obra se cumplieron todas las medidas necesarias. La Guardia Civil señaló en el atestado que elaboró tras el accidente que la causa fue una distracción del conductor.