Un total de 360 turistas de dos hoteles de Peguera fueron desalojados en la tarde de ayer de forma preventiva a consecuencia de un incendio forestal que se declaró en una montaña próxima a zonas habitadas.
El fuego fue detectado por el socorrista de una playa de Santa Ponça, que avisó a los equipos de emergencia. En pocos minutos, las llamas se extendieron peligrosamente por una zona de pinar y monte bajo y hasta ese paraje se desplazó un gran dispositivo de contención: guardias civiles, policías locales, bomberos de los parques de Calvià y Sóller, así como medios aéreos y personal del Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza).
La cobertura aérea fue clave y participaron tres aviones -dos de carga en tierra y un Canadair- y varios helicópteros. En un momento determinado, con las llamas acercándose a chalets y establecimientos hoteleros, se decidió «reubicar» a los turistas del Club Europa y Don Antonio. Los veraneantes fueron concentrados en la recepción de cada hotel, mientras los equipos de emergencia combatían las llamas.
La carretera vieja también fue cortada de forma provisional y al cierre de esta edición el incendio estaba controlado pero todavía no se había dado por extinguido. Algunas fuentes hablaban de entre siete u ocho hectáreas devastadas por el fuego, aunque este extremo no se pudo confirmar. La Guardia Civil investiga el origen del siniestro.