Veintidós escolares belgas murieron en el túnel de una autopista del sur de Suiza cuando regresaban de unas vacaciones de esquí en los Alpes, en un accidente de autobús que ha conmocionado a ambos países.
Seis adultos fallecieron en el siniestro, ocurrido cuando el autocar en el que viajaban por la autopista A9, a la altura de la localidad de Sierre, se empotró a las 20.15 horas GMT del martes contra una pared del túnel por razones que todavía se desconocen.
Otros 24 niños, de unos 12 años de edad, resultaron heridos y fueron ingresados en varios centros hospitalarios, a donde acudirán sus familiares, que viajaron a Suiza en aviones militares.
El primer ministro belga, Elio di Rupo, que se declaró «consternado» por la tragedia, viajó también a Suiza para trasladarse a la ciudad de Sion, a unos 15 kilómetros del lugar del siniestro, donde recibirá a las familias de los fallecidos.
La delegación belga viajó acompañada por un equipo de psicólogos para atender a los padres de los niños, que debían haber llegado en la mañana de hoy a sus casas tras pasar unos días de vacaciones.