Mal día para fingir ser policía. Una banda de magrebíes con placas falsas y walkies, que iba en un BMW, identificó y embistió en la madrugada de ayer a los ocupantes de un Mini. Instantes después se entabló una trepidante persecución entre los dos vehículos, a la que se sumaron patrullas de la Policía Local de Palma. Los falsos agentes, al final, fueron acorralados y uno de ellos pudo ser detenido.
Los hechos se iniciaron a las dos y media de la madrugada, cuando unos jóvenes estaban fumando en el interior de un Mini, aparcado en es Portitxol. De improviso, se les acercó un BMW de color oscuro, de unos diez años de antigüedad, y ocupado por cuatro individuos.
Policías
Uno de los desconocidos se apeó y les tocó la ventanilla, al tiempo que les pedía que la bajaran. Se identificó como policía, mostró una placa y simuló hablar con un walkie. El conductor empezó a abrir, pero se detuvo cuando se fijó en el varón y comprobó que era magrebí. Se extrañó de su comportamiento y cerró la puerta con el seguro. El falso policía se indignó y por dos veces golpeó con su BMW al Mini. Los jóvenes les gritaron que iban a llamar a la policía y los desconocidos se dieron a la fuga.
A partir de ese momento se entabló una persecución de vértigo. Los chavales del Mini avisaron al 092 y se pegaron al BMW, que se adentró en la vía de cintura. Mientras iban tras el deportivo, los chicos fueron informando a la policía de su ubicación, hasta que llegaron a Cala Major.
En esa barriada ya se unió a la persecución la Policía Local. El cerco sobre los falsos agentes se fue estrechando y finalizó cuando el BMW entró en la calle Josep Costa i Ferrer, que no tiene salida. Quedó bloqueado, y los cuatro ocupantes se dieron a la fuga corriendo. Uno de ellos, marroquí, fue interceptado por los policías, que lo redujeron en el suelo y lo esposaron. Los otros tres fueron buscados durante horas, pero escaparon. Sin embargo, la policía cuenta con algunas pistas sobre su identidad y podrían ser arrestados en las próximas horas.