La Navidad no fue de paz. El Cuerpo Nacional de Policía identificó en la madrugada del sábado al domingo a treinta sudamericanos que se vieron implicados en una pelea multitudinaria en la Plaza Mediterráneo de Palma, junto a Gomila.
Sobre las seis menos cuarto de la mañana, ya en plena Navidad, los equipos de emergencia fueron informados de una riña tumultuaria en esa dirección, al parecer entre bandas de sudamericanos. Cuando las primeras patrullas del Cuerpo Nacional de Policía llegaron a la Plaza Mediterráneo se encontraron con que algunos dominicanos se querían dar a la fuga, pero al final fueron retenidos una treintena de sospechosos y se descubrió que un hombre había sido apuñalado en la espalda.
Afortunadamente, la herida era superficial. Sin embargo, al mismo varón le habían estampado una botella en la cabeza, que le abrió una herida incisa de 20 centímetros.
Los funcionarios del 091 buscaron el arma por los alrededores de la Plaza Mediterráneo, provistos de linternas. Los agentes rastrearon setos y contenedores de basura, aunque finalmente no dieron con el cuchillo utilizado en la agresión.
Sospechas
Los policías sospechaban que los implicados en la reyerta habían arrojado el arma blanca en algún balcón, que es el procedimiento habitual utilizado por las bandas cuando quieren deshacerse de una navaja.
Los investigadores se entrevistaron con algunos testigos, que señalaron a uno de los retenidos como el autor del apuñalamiento. Ese hombre de color fue detenido sin que ofreciera resistencia y un coche patrulla lo trasladó hasta la Jefatura de Policía, para ser interrogado.
A la treintena de identificados en la Plaza Mediterráneo se les cacheó en busca de armas o drogas, y uno a uno fueron identificados. Después todos ellos quedaron en libertad.
Los vecinos se quejaron de que en los últimos meses la delincuencia se ha disparado en Gomila y esa plaza y achacaron el incremento de la inseguridad a ciertas bandas de dominicanos que se reúnen en algunos bares de la zona y aplican «su propia ley». El herido fue evacuado a un centro hospitalario, tras ser atendido in situ, y no se temía por su estado.