El policía local de Calvià, Antonio Palazón, encarcelado por un presunto delito de blanqueo de capitales, tenía en su domicilio varios contratos sobre inmuebles en los que aparecía su firma, la de Lourdes Cortés (persona de máxima confianza de 'La Paca') y la de una tercera persona, que ya había fallecido. El agente reconoció ante la juez que investiga el caso que escaneó la firma del finado en esos documentos. Los investigadores averiguan ahora si estos contratos llegaron a ser utilizados. En cualquier caso, la juez que instruye la causa los considera un indicio más de la relación entre el agente y el clan gitano.
Esta relación se establece fundamentalmente en torno a dos personas, Lourdes Cortés y el marido de 'La Paca'. En el auto en el que envía a prisión a Palazón, la magistrada señala que se producen abultados ingresos en las cuentas corriente del detenido que se detienen justo cuando fue detenida Cortés. También se atribuye a esta imputada haber recibido dinero en efectivo de manos de Palazón. En total, los investigadores calculan que fueron 70.000 euros los que pudo recibir el ex agente del clan. De esto, en su declaración judicial, Palazón, explicó unos diez mil en herencias familiares. El resto estaría sin justificar. Junto al dinero en metálico, otro dato que maneja la investigación son dos altas de la seguridad social que la asociación Voluntarios sin Fronteras hizo a 'La Paca' y su marido. Éste sí que llegó a cobrar alguna nómina y además este empleo le sirvió para acceder a un tercer grado penitenciario.
El auto judicial recuerda además la participación de Palazón en el 'caso Son Banya' y, de las múltiples escuchas que hay en la causa, en algunas de ellas, el agente insta a Lourdes Cortés a denunciar a un policía nacional.