Se llama Concha Ripoll, es vecina de Palma y el pasado domingo vivió su peor pesadilla cuando, de manera totalmente accidental, se precipitó por un desnivel de más de 20 metros mientras realizaba una excursión en es Puig Roig.
«Cada primer domingo de mes, un grupo de amigos excursionistas nos reunimos y realizamos diversas rutas de senderismo. Ayer, (domingo para el lector), estábamos casi en la recta final de la volta al Puig Roig, concretamente justo antes de llegar a sa Calobra. En ese momento, de manera totalmente accidental, me caí por un barranco y en cuestión de segundo me pasó toda la vida por delante», relata visiblemente afectada Concha.
Su marido, Antoni, prosigue: «Fue algo muy rápido, nosotros casi no nos dimos cuenta. Es más, cuando la vi tendida en el suelo al final del terraplén me quedé totalmente bloqueado», añade.
Concha fue plenamente consciente de todo lo que le estaba sucediendo dado que en ningún momento perdió la consciencia. «Yo iba cayendo con la inercia de mi peso hacía abajo y no conseguía agarrarme, pensaba que me estaba muriendo, que llegaba mi final», relata.
En cuestión de segundos, sus compañeros, experimentados senderistas, bajaron hasta la posición donde quedó el cuerpo de Concha, le practicaron los primeros auxilios y le hicieron un torniquete. Mientras tanto, el resto del grupo se desplazaban de un lado a otro para tratar de coger cobertura con los teléfonos móviles y alertar a los equipos de emergencia.
Una vez avisado el SEIB-112, los diferentes organismos de rescate se pusieron en marcha.
Un amplio dispositivo integrado por Bombers de Mallorca, Guardia Civil, Policía Local d'Escorca, ambulancias del 061 y la Direcció General d'Emergències se pusieron en marcha.
Debido al lugar donde se produjo el accidente, de gran dificultad para el acceso de los equipos de emergencia, el rescate no pudo realizarse por tierra. Fue entonces cuando el helicóptero de la Guardia Civil realizó varias pasadas y localizó a la víctima.
«Quiero agradecer profundamente y de manera pública la brillante actuación de la Guardia Civil. Los miembros de la tripulación del helicóptero hicieron una maniobra muy difícil, es más, aterrizaron medio aparato en tierra y la otra parte sobre un precipicio y me rescataron. Nunca podré agradecerles lo que hicieron por mí. Esta mañana, (ayer para el lector), me llamó Fermín, médico de la Guardia Civil, para interesarse por mi estado. Estoy orgullosa de contar con profesionales como ellos», concluye.
Antonio, su marido, añade: «Hay gente que se cae desde una altura de unos dos o tres metros y queda paralítica y Concha consiguió sobrevivir desde una caída tan peligrosa», concluye.
La víctima sufre rotura del radio y policontusiones por todo el cuerpo.