La causa, que ocupa nueve voluminosos tomos, comenzó a instruirse en 2001 y hace unos meses cayó en el juzgado de lo Penal número 3. Esto significaba que el juicio debía celebrarse en una de las pequeñas salas de vistas de Vía Alemania. Pero los funcionarios vieron desde el principio que esta opción era inviable, ya que el número de acusados, testigos y abogados convocados ronda las 50 personas.
La primera opción que se barajó fue trasladar el juicio a la Audiencia Provincial, aunque se encontraron con que la sala del Tribunal del Jurado, la más adecuada, se hallaría en obras en los días previstos para la celebración del juicio.
64.000 euros de alquiler. De manera independiente, en el juzgado comenzaron una serie de gestiones para encontrar en Palma una instalación adecuada y que además reuniese las condiciones de seguridad necesarias, teniendo en cuenta que uno de los inculpados está en prisión y deberá estar escoltado permanentemente por varios agentes de policía.