P.C./EFE
«La lección del 'caso Madeleine' es que la presunción de inocencia es sagrado, y no puede ser destruido por un juicio popular mediático», afirmó ayer en en Palma Rogério Alves, uno de los abogados portugueses de la familia McCann, en el punto de mira de la opinión pública desde el pasado mes de mayo, cuando su pequeña hija desapareció sin dejar rastros desde un enclave vacacional del Algarve luso.
Alves participa en la Conferencia de Presidentes de las Abogacías del Mediterráneo que finaliza hoy en la sede central del Colegio de Abogados de Palma.
En un encuentro informal con los periodistas, el letrado portugués se mostró muy crítico con el papel desempeñado por los medios de comunicación en el 'caso Madeleine'.
«La prensa -comentó el letrado- puede comentar, entrevistar e incluso investigar, pero lo que es fundamental en un caso tan mediático es que se salvaguarde, como en cualquier otro, la presunción de inocencia».
El «problema» no son los medios de comunicación, que cumplen su función social de informar, sostuvo el abogado durante su intervención, quien defendió que «sería una desgracia imaginar un mundo sin libertad de prensa», si bien «ésta debe tener una actitud responsable».
Para Alves, «lo único que no puede hacer la prensa» es trasladar a la opinión pública indicios o pistas que presupongan la culpabilidad de los padres cuando, en realidad, la investigación judicial se encuentra en su «primera fase».
Añadió que no comentaría ningún aspecto judicial al tratarse de un asunto abierto, pero opinó que este caso «debe ser un ejemplo» respecto a que es la Justicia, y no los medios de comunicación, la que tiene la «exclusividad» de la investigación.