Al cierre de esta edición el segundo cadáver que apareció en el contenedor del aeropuerto no había sido identificado.
La víctima llevaba rasgados los pantalones azules que vestía y no se descarta que le hubiera caído la cartera cuando la prensadora se puso en marcha. Su camiseta era de color oscuro y lucía un logotipo que decía «GT Cars». Cuando fue descubierto por los agentes su cuerpo estaba en posición flexionada y presentaba numerosas fracturas, presumiblemente a causa de la máquina prensadora.
Los funcionarios buscaban ayer el vehículo con el que el segundo fallecido se desplazó al aeropuerto, ya que parece casi descartado que trabajara en aquellas instalaciones. Durante todo el día los agentes tomaron declaración a los compañeros del primer fallecido, que sí trabajaba allí, para saber los motivos por los que la segunda víctima estaba en la tolva donde se arroja la basura al contenedor. Una vez acumulada en el gran habitáculo, una pala compresora la prensa. El sistema funcionó cuando los dos hombres cayeron al interior y todo parece indicar que Gumersindo, el fallecido localizado el domingo, intentó ayudar a su amigo, que había caído al agujero para comprimir la basura. Hoy por la mañana está previsto que se le practique la autopsia al segundo fallecido, pero ahora la prioridad es identificar al cuerpo. Con un nombre y unos apellidos, los investigadores podrían aclarar qué hacía en las instalaciones del aeropuerto una persona ajena al recinto.
Los dos cuerpos estaban polifracturados y la muerte les sobrevino, al parecer, de forma muy rápida. De hecho, la pala compresora es capaz de aplastar toneladas de basura con relativa facilidad. La Guardia Civil instruye las diligencias porque las muertes se produjeron en Son Sant Joan, a pesar de que el término de Palma es jurisdicción del Cuerpo Nacional de Policía. Las autoridades de Son Sant Joan también han sido informadas del estado de las investigaciones y colaboran en el esclarecimiento de las dos muertes.
De momento los indicios recogidos apuntan a un accidente laboral, pero la Benemérita está llevando a cabo ímprobas gestiones para atar los cabos sueltos. De hecho, ayer noche la Policía Judicial seguía movilizada y sus pasos se encaminaban en dos direcciones: aclarar la identidad del segundo fallecido y saber qué les pasó en la tolva. El Juzgado de Instrucción número 8 de Palma, al igual que hizo el número 6 el domingo, abrió ayer diligencias y el juez visitó el contenedor de Son Sant Joan.