Cuatro integrantes del clan de «El Seco», incluido su titular, aceptaron ayer una pena de un año y siete meses de prisión -eludible con el pago compensatorio de 6.900 euros- y una multa de 55.700 euros cada uno, como responsables de un delito continuado de blanqueo de capitales procedentes del tráfico ilegal de drogas.
Ante el tribunal juzgador de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, los acusados dieron también su conformidad al decomiso y consiguiente adjudicación al Estado de los saldos bancarios bloqueados a su nombre y de las propiedades inmobiliarias y vehículos en los que habían invertido los beneficios del comercio de estupefacientes.
La breve vista celebrada ayer en la Audiencia no reunió a los nueve acusados en el escrito previo de calificaciones del fiscal sino únicamente a seis, pues dos han fallecido mientras estaba abierta la instrucción del caso y una más, septuagenaria, había sido exonerada previamente.
El Ministerio Público -al que representaba en esta ocasión uno de los fiscales especiales para la represión de delitos económicos ligados a la corrupción- y los letrados defensores llegaron a un acuerdo mediante el cual se retiraban los cargos comunes de blanqueo de capitales ilícitos para los dos acusados más jóvenes, mientras se rebajaba la calificación para los otros cuatro tanto en las penas privativas de libertad como en la multa, que pasó de 2 millones de euros a 220.000.
A los integrantes del clan inmersos en esta causa les acusaba la Fiscalía Anticorrupción de haber actuado de común acuerdo, al menos entre 1991 y 2001, para ocultar el ilícito origen de dinero procedente de tráfico de estupefacientes disimulándolo bien mediante la adquisición de propiedades inmobiliarias -en Mallorca y Granada-, bien mediante la constitución de depósitos bancarios; bien mediante la apertura de cuentas bancarias en las que se producían ingresos en efectivo; o bien a través de la adquisición de vehículos.