Cuatro personas resultaron con quemaduras de distinta consideración y síntomas de intoxicación por humo a consecuencia de un incendio que se declaró a última hora de la madrugada de ayer en Palma.
La vivienda donde se desarrollaron los hechos está ubicada en la calle Rossinyol número 26, en la barriada palmesana de Son Roqueta. Se trata de un chalet formado por planta baja y primer piso y el fuego, según los primeros indicios, se inició en una puerta del distribuidor, en el piso superior. La puerta ardió por las dos caras, por lo que la Policía Científica no descarta que alguien arrojara un líquido inflamable que pasó por debajo de la madera. Sea como fuere, minutos después de las seis el centro de emergencias del 112 empezó a recibir llamadas telefónicas de vecinos que alertaban que de la casa salía mucho humo y había varias personas afectadas.
Ambulancias del 061, policías locales, dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía y ocho bomberos, que dos horas antes habían apagado el incendio mortal de Establiments, se desplazaron hasta Son Roqueta. Un joven, que podría ser el hijo de la moradora del chalet, presentaba quemaduras de consideración y una mujer, presumiblemente la progenitora, estaba intoxicada. Otros dos varones, uno de ellos al parecer un vecino que acudió en su auxilio, habían resultado también afectados por las llamas y el humo. Los servicios sanitarios explicaron que esas cuatro personas fueron atendidas en el hospital de Son Dureta y el estado más grave era el del joven, que presentaba el 40 por ciento de su cuerpo alcanzado por el fuego. Las tareas de extinción se prolongaron durante 50 minutos y después se hizo cargo de la investigación la Policía Científica, que también había tenido una noche complicada por los acontecimientos de la calle Molí des Comte, donde habían fallecido los hermanos Roca. Fuentes próximas a la investigación señalaron que parecía «evidente» que el incendio se había iniciado de forma intencionada, pero declinaron facilitar más datos para no entorpecer la investigación.