KARL H. EIFERLE
El tribunal de Wuppertal (Alemania) ha condenado a nueve años y medio de cárcel a Thorsten Thou, por la muerte de la joven de 15 años Stefanie Rüggerberg, cuyo cadáver fue hallado en un descampado cercano a s'Arenal en septiembre de 2002, después de más de un mes desaparecida. El fallo considera que la muerte de la menor no fue asesinato, sino homicidio. Los abogados del acusado insistieron en que todo fue un accidente producido cuando el acusado golpeó a la chica y ella cayó, con la mala fortuna de desnucarse. Por ello, recurrirán la sentencia y pedirán su libre absolución.
Sin embargo, el juez consdieró en el fallo que la joven no murió por una fractura en la nuca, sino que la chica falleció tras ser drogada con cloroformo por Thorsten.
El abogado que representaba los intereses de la madre de Steffie, Arno Meuser, advirtió que el móvil de Thorsten podría haber sido sexual, y que drogó a la chica con la intención de violarla posteriormente. Por ello, advirtió que el acusado sigue siendo un peligro para mujeres jóvenes y que se trata de un sujeto «con muchos problemas de sexualidad».
Tras escuchar la sentencia, la madre de Steffie, Sylvia, no pudo contener las lágrimas tras unas largas y duras sesiones de juicio que se han prolongado durante meses.
El recurso de la sentencia puede demorarse mucho tiempo, y según indicó la fiscalía, no ha habido pruebas indiscutibles para juzgar a Thorsten como asesino, por lo que «los detalles de la muerte de Steffie probablemente nunca serán aclarados». La chica, que vivía en s'Arenal con su madre, desapareció a principios del mes de agosto. Tras una intensa búsqueda, el cuerpo fue hallado finalmente en un descampado, donde probablemente fue llevada por el acusado.