JAVIER JIMÉNEZ/F.RAMOS
Un padre y su hija, de 16 años, protagonizaron ayer un episodio
inédito en Palma: atracaron un banco de la calle Manacor armados
con una pistola y un gran cuchillo. Sólo se les escapó un pequeño
detalle: uno de los clientes de la sucursal era un guardia civil de
paisano, que los siguió y posibilitó su detención.
El hombre y la menor, que son españoles, irrumpieron pasadas las diez y media de la mañana en la oficina del Banco de Crédito Balear, muy cerca de la Comandancia de la Guardia Civil. Ése fue su error. Un agente de la Policía Judicial, que vestía de paisano, estaba esperando para realizar unos trámites bancarios y fue testigo de cómo los dos atracadores encañonaban al empleado y le exigían todo el dinero disponible.
El trabajador, atemorizado, les entregó 12.000 euros y la pareja, que cubría sus rostros con pasamontañas, se dio a la fuga. Pensaban que todo había salido bien, pero el guardia civil los siguió con disimulo, a cierta distancia. Mientras los perseguía iba dando instrucciones por teléfono a sus compañeros del Centro Operativo de Servicio (COS), que pusieron en marcha una gran batida. La menor fue reducida por el agente de paisano y el padre fue 'cazado' minutos después por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. La Policía Local también participó en el gran dispositivo junto al parque Krekovic.
La rapidez con que actuaron los funcionarios impidió que los dos atracadores pudieran deshacerse del botín, y los 12.000 euros fueron devueltos al banco. En cambio, el varón consiguió tirar la pistola durante su huida, por lo que los contenedores y basuras de las inmediaciones fueron registradas a fondo. El Grupo de Atracos de la Jefatura de Palma se ha hecho cargo de la investigación.