Un agente del Cuerpo Nacional de Policía murió ayer y un trabajador de la construcción resultó herido de gravedad al recibir los disparos de un preso que logró escapar mientras era trasladado a los juzgados de El Prat de Llobregat, en Barcelona. El tiroteo se produjo cuando dos detenidos, que acababan de descender de un vehículo policial e iban custodiados por dos agentes, lograron desarmar a uno de los y utilizaron su arma automática para dispararle. Algunos testigos aseguraron que en el momento de entrar en el edificio de los juzgados, varios familiares de los detenidos, que al parecer pertenecen a un conocido clan gitano, rodearon a los agentes con la excusa de que iban a dar un bocadillo a uno de los arrestados.
En ese momento, según los testigos, uno de los agentes fue zancadilleado, cayó al suelo y le arrebataron la pistola automática, con la que le acribillaron mientras estaba aún caído. Tras el tiroteo, los dos detenidos, Julio N.F. y Antonio J.H., huyeron en un vehículo. Los agentes procedieron a peinar el barrio de Sant Cosme, donde se sospecha que puedan estar refugiados los presos fugados. El obrero herido, que fue trasladado al hospital de Bellvitge de Barcelona, sufre una herida de bala en el cuello y su estado es grave.