Un bebé de cuatro meses falleció ayer tarde en el metro de Empalme de Madrid al caer a la vía al ser arrastrado el cochecito en el que lo llevaba su madre tras quedarse enganchada la chaqueta de la pequeña entre las puertas del convoy, de modo que la progenitora se quedó dentro y su hija fuera cuando el tren arrancó.
Así lo indicaron a Efe fuentes de la investigación, que precisaron que, según las primeras pesquisas, el vagón arrastró al cochecito hasta el final del andén, desde donde la niña cayó a la vía y se golpeó en la cabeza.
Los hechos ocurrieron poco antes de las dos y media de la tarde, cuando la madre se disponía a salir del vagón y al parecer se cerraron las puertas del mismo, quedándose el bebé fuera y la progenitora dentro, debido a que una chaqueta que colgaba del cochecito se quedó en ese momento enganchada.
Ello motivó que el tren, cuando se puso en marcha, arrastrase el carrito hasta el final del andén, donde se desenganchó, cayendo la pequeña a la vía y golpeándose la cabeza, lo que le produjo un traumatismo craneoencefálico que le causó la muerte.
Los facultativos del Samur-Protección Civil que se trasladaron al lugar intentaron reanimar al bebé durante 30 minutos, pero sus intentos resultaron infructuosos. La madre del bebé tuvo que ser asistida por los psicólogos del Samur en la estación de Campamento, al igual que el padre, quien llegó posteriormente y también sufrió un ataque.