El capitán del barco Milenium, de la compañía Trasmediterránea, que pilotaba la embarcación el día que colisionó con el yate Auriga el día 7 de septiembre del año 2001 en aguas de Andratx, sostuvo que el accidente se produjo porque el barco de recreo realizó una maniobra brusca a estribor. Esta declaración se realizó en el juicio que celebra la juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Palma, en el que se sienta en el banquillo de los acusados el capitán del yate, el francés Franck Charles F. La Fiscalía pide la absolución del marino, que le defienden los abogados Pedro Palmer y Rafael Perera. Sin embargo, la Trasmediterránea, a través del letrado Félix Ruiz, le imputa los delitos de imprudencia, daños y lesiones, y solicita una pena de multa y una indemnización de unos tres millones de euros.
El acusado explicó que esa noche realizaba la travesía entre Formentera y Andratx. Manejaba la embarcación desde los mandos situados en la parte superior y señaló que cerca de la costa realizó dos maniobras para evitar colisionar con dos veleros. Explicó también que detectó de lejos la presencia del barco rápido de la Trasmediterránea, pero que le llamó la atención que navegara a tanta velocidad y tan cerca de la costa. El capitán señaló que el barco venía navegando por detrás del yate y negó que hubiera realizado una maniobra brusca de giro, y que ello motivara la colisión.
Diferente versión sostuvo el responsable del barco de la Trasmediterránea, que el día del accidente llevaba unos 150 pasajeros. El capitán explicó que desde cubierta, a la altura de la isla del Toro, detectaron la presencia del yate, que navegaba con un rumbo paralelo al barco rápido. El testigo señaló que en esa situación no existía peligro y que antes de la colisión ordenó una maniobra evasiva, que evitó daños mayores en el barco.