Agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía tomaron ayer declaración a compañeros de trabajo de Francisco Javier Gámez Sánchez, el joven de 27 años que lleva desde el 5 de enero en paradero desconocido. El muchacho trabajaba en un almacén de Marratxí y el último día que fue visto un compañero lo acompañó hasta su casa de El Molinar. Los agentes tenían interés en saber qué comentó Francisco Javier y le hicieron algunas preguntas relacionadas con esa tarde. Por otra parte, la familia del joven granadino ha recibido noticias de que el día 5, cuando desapareció, fue visto de noche en un bar del Polígono de Levante, buscando a un amigo.
Se da la circunstancia de que Francisco Javier había residido en aquella barriada años atrás y la camarera, después de haber visto ayer la foto en este periódico, lo reconoció sin género de dudas. Sus familiares y amigos, mientras tanto, continuaron ayer pegando carteles con su fotografía por numerosas calles de Palma y realizaron gestiones para poder colocarlos en los autobuses de la EMT. Anoche, al cierre de esta edición, un joven que se identifió como Francisco Javier se puso en contacto con la familia del desaparecido y dijo que se encontraba en Córdoba, sumido en una grave depresión.