Ayer se inició ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia el juicio contra 18 jóvenes, que están acusados de estar relacionados con un alijo de dos mil pastillas de éxtasis que se intervinieron en Palma en agosto del año 1999. La fiscal Olga Suárez pide penas que suman 111 años de prisión para los acusados. La mayoría de ellos ayer no quisieron declarar sobre los hechos.
El principal acusado es Sebastián O.C., de 26 años de edad, quien según la acusación dirigía al resto del grupo para introducir en la Isla las cantidades de droga sintética que después, presuntamente, los otros jóvenes le ayudaban a distribuir. Esta droga se vendía, sobre todo, por locales de ocio nocturnos de Palma.
El alijo de droga fue interceptado por la policía el día 16 de agosto de 199. Sebastián iba acompañado de otro acusado, David P.Q., con quien se desplazó a recoger a un paquete. El envoltorio se lo entregó un individuo, al parecer de nacionalidad holandesa (que no ha sido detenido), si bien horas después el paquete fue interceptado por los investigadores. Dentro se comprobó que había 2002 comprimidos de éxtasis.
Para pagar la sustancia que se compraba o para ingresar los beneficios que se obtenían con su venta, el dinero se ingresaba en cuentas corrientes a nombre de diferentes acusados. La policía descubrió cuentas bancarias abiertas, una de ellas en una oficina de La línea de la Concepción y otra en la ciudad de Fuengirola. Allí se realizaron diferentes ingresos, que aparecen reflejados en el informe policial.