A las nueve y cinco minutos de la mañana tanto la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía comenzaron a recibir llamadas telefónicas que alertaban de una «riña tumultuaria» entre los número 50 y 51 de la calle General Ricardo Ortega de Palma, muy cerca de la Comandancia de la Guardia Civil. Varias unidades acudieron sin demora hasta esa dirección y también se desplazaron dos ambulancias del 061 porque uno de los comunicantes había informado de que había un hombre «que está sangrando mucho». Cuando los efectivos llegaron se encontraron, en efecto, a un varón tendido sobre la acera, rodeado de personas, y con el pecho ensangrentado.
Los momentos iniciales fueron de confusión, ya que testigos y transeúntes se dirigieron a los policías atropelladamente, en estado de gran nerviosismo. Los agentes aclararon que minutos antes había tenido lugar una riña y que la sangre que brotaba del pecho de Lorenzo S., de 30 años, era el resultado de haber sufrido una puñalada de manos, supuestamente, de su cuñado, Andrés F., de 38. El sospechoso se encontraba presente y fue inmediatamente reducido, en medio de gritos y escenas de gran dramatismo. El alboroto en la calle provocó que también se acercaran hasta allí varios guardias civiles, aunque al final el caso pasó al Grupo de Homicidios de la Jefatura de Palma, que comenzó a tomar declaración a los testigos mientras la víctima era atendida. Los médicos procedieron a bloquear la hemorragia y comprobaron que la puñalada en el pecho era grave, por lo que una Uvi-móvil evacuó al herido hasta el hospital de Son Dureta. Allí fue operado de urgencia y al cierre de esta edición permanecía en la UCI.