EP/AFP-SIDNEY
Nueve personas murieron y otras 41 resultaron heridas al
descarrilar un tren ayer por la mañana al sur de Sidney en un
terreno boscoso y accidentado. Decenas de víctimas permanecieron
atrapadas durante cinco horas entre los restos de los vagones
accidentados, mientras que los servicios de rescate se vieron
bloqueados por el terreno inaccesible en los alrededores del
accidente. El tren, en el que viajaban unas 80 personas, cubría el
trayecto entre Sidney y Port Kembla, localidad situada junto al
océano Pacífico, al sur del país. El accidente se produjo a las
7:00 horas locales de hoy (22:30 horas del jueves, hora
española).
El tren transportaba principalmente estudiantes que viajaban a la universidad de Wollongong, 80 kilómetros al sur de Sidney, y trabajadores de la fábrica de acero de Port Kembla. Las autoridades se niegan por el momento a especular sobre las causas del accidente, limitándose a declarar que todas las hipótesis serán examinadas durante una investigación que ya ha comenzado. La alta velocidad del tren, un posible obstáculo en la vía, deformaciones de los raíles o «todas las causas posibles». Los pasajeros a bordo señalaron que el coche iba a gran velocidad justo antes de descarrilar. Además, otros tres trenes habían transitado sin problemas por esta misma mañana.