J.F.M./J.J.
Nada más enterarse de lo ocurrido, el obispo de Mallorca, Teodor
Úbeda, se desplazó a la iglesia situada junto al Hospital General
de Palma para observar de cerca los daños ocasionados a la imagen
del Crist de la Sang. El máximo responsable de la Iglesia en
Mallorca se mostró muy afectada por lo ocurrido, aunque se mostró
esperanzado en que la imagen pueda repararse y que los trabajos
estén listos antes de que comience la próxima Semana Santa. «Siento
un gran dolor y tristeza por lo ocurrido, pero creo que hubiera
sido mucho peor si se hubiera tratado de un robo o de una
profanación intencionada y no de un acto de un demente». Teodor
Ubeda explicó que la imagen no pesa mucho, ya que durante la
procesión de la Semana Santa es trasladada por una sola persona.
«Es un día muy triste para la Iglesia mallorquina, sobre todo ahora
que se va acercando la Navidad», señaló Ubeda, que calificó lo
ocurrido como un «acto desconsolador».
«Siento gran dolor y es un día muy triste para nuestra Iglesia»
El obispo Teodor Úbeda mostró su costernación, pero comprendió que fue el acto de un demente