El temporal, sin que ayer aún se supiera nada sobre el hombre caído el pasado jueves por un acantilado de Port des Torrent (Evissa), se ha cobrado una nueva vida en la Isla. La víctima es un alemán, residente en la zona de Cala Vedella, cuyo cadáver fue hallado en las primeras horas de la tarde flotando en sa Figuera Borda. Los restos de la embarcación con la que naufragó habían aparecido anteayer en Cala Carbó.
La Guardia Civil, con el concurso de Salvamento Marítimo, investigaba la posibilidad de un naufragio rastrearse en Cala Carbó. Un nuevo dato surgió cuando una mujer desde Alemania alertó de la persona que ayer tarde fue encontrada muerta. Los peores temores se confirmaron cuando se supo que unos pescadores habían encontrado un cuerpo entre Cala Comte y Cala Codolar.
El fallecido, de unos 40 años de edad, se había echado solo a la mar el día antes. Lo hizo después de comunicar que regresaba a Alemania y que antes quería dejar en el dique seco su embarcación. Pese a las recomendaciones que, al parecer, se le hicieron insistió en que prefería dejar su lancha varada en Marina Botafoch. La única precaución que adoptó fue vestirse con un traje de neopreno para combatir el frío.