Una mujer marroquí de 45 años fue atendida ayer tarde en Son Dureta de lesiones de pronóstico reservado al caer de un tercer a un segundo piso en un edificio de Palma, a consecuencia de un derrumbe parcial ocasionado por la humedad y el mal estado de las vigas. La víctima se encontraba en la cocina de su casa, en la calle Missió, junto a las Ramblas, y a eso de las tres de la tarde el suelo se abrió a sus pies, lo que provocó que atravesara el piso y cayera al inferior.
Los vecinos de la finca, que se alarmaron al escuchar el estrépito, pidieron ayuda por teléfono y en pocos minutos llegaron varias dotaciones del Cos de Bombers, ambulancias, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía, que en primer lugar atendieron a la herida. La mujer, que se encontraba consciente, estaba cubierta de polvo y se encontraba algo conmocionada, debido por una parte a la caída y, por otra, a lo repentino del accidente.
Los servicios sanitarios comprobaron que no presentaba lesiones de extrema gravedad y procedieron a trasladarla hasta el hospital, donde los médicos le efectuaron toda clase de pruebas. Mientras tanto, en la calle Missió número 24 los bomberos examinaron el tercer piso, escenario del derrumbe parcial, y comprobaron que había cedido una viga, que estaba podrida y afectada por la humedad. Ante la posibilidad de que el resto de las viviendas estuvieran igualmente en mal estado, los funcionarios del Cos de Bombers procedieron a evacuar a los vecinos y clausurarla, de forma provisional.
Los residentes -cerca de una decena- esperaron en la calle a que la policía les informara de la situación y poco después se les permitió regresar a sus domicilios sólo para coger los efectos personales imprescindibles. Las personas que subieron a los pisos lo hicieron cubiertos con los cascos y chaquetas que les prestaron los bomberos, por si acaecía algún imprevisto.