Los vecinos de la Plaza de España de Llucmajor y de la calle Lloc Sagrat se sobresaltaron ayer por una fuga de gas propano en el depósito de un edificio, que obligó a acordonar la zona y a un despliegue importante de bomberos y Policía Local. Afortunadamente nadie resultó intoxicado y una hora después de detectarse el escape se recobró la normalidad.
La avería se detectó sobre las once de la mañana, cuando el dispositivo de emergencia del edificio del número 55 de la Plaza de España se disparó, advirtiendo de un escape de gas propano. El operativo de emergencia se puso en marcha de inmediato y una dotación policial se desplazó hasta aquel inmueble para confirmar la fuga, tal y como ocurrió. A medida que el olor iba incrementándose, los bomberos y la policía procedieron a acordonar la zona e impedir el paso de peatones o vecinos por las inmediaciones, ya que existía riesgo de una detonación.
El siguiente paso consistió en detectar el origen de la fuga, para poder atajarla, y para ello los bomberos utilizaron jabón. A continuación se localizó a técnicos de Repsol, que fueron los encargados de solventar la avería. Mientras duró la operación, los vecinos que habían aparcado sus coches en la calle no pudieron moverlos, ya que un cordón policial se lo impedía. Las fuentes consultadas indicaron que en las casas adyacentes no había inquilinos, sobre todo debido a la hora en que se produjo la alarma, y no fue necesaria la evacuación. Aún así, numerosos residentes se interesaron por lo ocurrido y se desplazaron a las inmediaciones de la Plaza de España y de la calle Lloc Sagrat al advertir la presencia de los coches de policía y los bomberos.
Antes de retirarse, los efectivos de emergencia procedieron a rociar con agua la zona afectada, con el objeto de eliminar el olor intenso a gas que aún permanecía en el lugar. A las doce del mediodía, aproximadamente una hora de detectarse el escape, la normalidad regresó a la Plaza de España y los vecinos pudieron mover sus coches como cualquier día. Un portavoz de los bomberos indicó que la fuga de gas había sido localizada a tiempo y que en estos casos «el peligro radica en que se vaya acumulando el gas y se forme una bolsa lo suficientemente grande como para provocar una potente deflagración», que por fortuna no aconteció.