La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando el homicidio de un pintor de Cala Rajada de 45 años llamado Manuel Moles Medina, que fue encontrado en estado crítico el sábado por la mañana y falleció ayer en Son Dureta. Los investigadores creen que fue golpeado con un objeto contundente a la entrada de un bar y al parecer existen testigos de la reyerta.
La víctima, que estaba separado y tenía un hijo, residía en Cala Rajada y en la noche del viernes al sábado salió con un grupo de amigos a tomar unas copas por aquella zona. A las 6.00 horas la mayoría de los compañeros se marchó y Manuel Moles continuó en un local. Según datos recabados por la Policía Judicial, poco después se entabló una riña entre varias personas y el pintor recibió un fuerte golpe en la parte alta de la cabeza, que lo dejó inconsciente y completamente ensangrentado, tendido sobre la acera. Poco antes de las nueve de la mañana una ambulancia del 061 lo atendió y lo evacuó, en primera instancia, hasta el PAC de Capdepera, donde confirmaron que su estado era crítico. El herido, a continuación, fue trasladado a la UCI de Son Dureta y pasó todo el sábado y el domingo entre la vida y la muerte, hasta que ayer lunes finalmente falleció.
La Policía Judicial visitó el escenario de la agresión y tomó declaración a varias personas, aunque hasta el cierre de esta edición no se habían practicado detenciones. Este periódico se puso ayer en contacto con familiares del fallecido, que sostuvieron que su muerte se había debido a un accidente, no a una agresión, aunque confirmaron que Manuel Moles presentaba un único golpe en la cabeza. «Por Cala Rajada han circulado hoy muchas versiones distintas, incluso hemos oído decir que le han pegado un tiro. La verdad es que estamos todos destrozados y si al final se confirma que no fue un accidente queremos que los autores sean detenidos», señalaron.
La víctima mortal, que había rehecho su vida, había trabajado durante muchos años como pintor y hace uno había alquilado el restaurante «es Torrador», cerca del campo de fútbol de Cala Rajada. Ayer por la tarde el negocio permanecía cerrado con un candado. «Lo tenía como un hobby, porque realmente él era pintor», añadieron los familiares. Hoy está previsto que el hombre sea enterrado en Capdepera.