Durante casi catorce horas una veintena de efectivos terrestres y el helicóptero de la Guardia Civil buscó a dos jóvenes excursionistas que supuestamente se habían perdido por una zona de acantilados de Sóller y que pidieron ayuda a través de un teléfono móvil. A las 4.30 horas de la madrugada el centro de emergencias del 112 recibió la primera de las dos llamadas, en la que un muchacho pedía ayuda urgente porque estaba extraviado con un amigo «cerca de un puente», en una zona de precipicios.
La Cruz Roja de Sóller, los bomberos y la Guardia Civil fueron movilizados a pesar de que el aviso era un tanto atípico. Los supuestos excursionistas, de 19 y 18 años, hablaban con acento castizo, dijeron apellidarse Ibáñez y González y explicaron que trabajaban en un hotel de Can Pastilla, del que no recordaban el nombre. Pese a las dudas que planteaba la llamada, y ante la posibilidad de que en realidad los dos jóvenes estuvieran en apuros, se movilizó al helicóptero de la Guardia Civil y al Greim (Grupo de Rescate en Montaña) del Cuerpo, que con las primeras luces del día sobrevolaron la zona del 'Pujol den Banya' y 'Els Cinc Ponts'.
Durante la búsqueda el aparato coincidió con el helicóptero de Tráfico, que casualmente pasaba por aquel paraje, pero que no participó en el dispositivo. Los funcionarios de emergencia volvieron a contactar con el teléfono móvil de los montañeros, que de nuevo facilitaron datos contradictorios y luego se quedaron aparentemente sin batería. De cualquier forma, el despliegue continuó y a las tareas se sumaron miembros de la Cruz Roja de Sóller, el parque de bomberos de Sóller y especialistas en montaña de los bomberos de Inca, Andratx y Llucmajor.
La zona donde supuestamente habían desaparecido los muchachos fue 'peinada' a consciencia y a las seis de la tarde, aproximadamente, la Guardia Civil decidió suspender de forma indefinida la búsqueda. El motivo fue que los agentes llamaban al móvil en cuestión y cuando se identificaban como beneméritos se cortaba la comunicación, una extrañeza más en un caso atípico desde el principio. La Policía Judicial será informada del incidente para que investigue lo ocurrido a fondo y si se confirma que se ha tratado de una broma de mal gusto los autores podrían ser detenidos de manera inmediata.