El informe policial efectúa un relato de los hechos, ocurridos el pasado día 20 en el cuartel de la Policía Local de Capdepera. Según han manifestado a este periódico fuentes del Ajuntament, el citado día dos personas, hombre y mujer, entraron en el cuartel y hablaron con el oficial que se encontraba de guardia. El hombre, Javier Vicens Asensio, dijo ser empleado de Funeraria Balear S.L., que se estaba introduciendo en la comarca, y en principio ofreció sus servicios al oficial. Según consta en el informe, Javier Vicens le dijo al policía: «si nos llamáis cada vez que tengáis una muerte judicial os daremos diez mil pesetas».
El oficial le contestó que lo que estaba proponiendo era ilegal, en concreto un delito de cohecho, a lo que el hombre vino a decir que esto era algo poco menos que habitual, y puso como ejemplo a un oficial de la policía de otra localidad «al que cada vez que nos llama le damos las diez mil pesetas, que él pone en un bote y después cada mes se reparten entre todos el dinero».
En el informe se señala que la citada conversación tuvo como testigos a un inspector y a dos agentes de la Policía Local de Capdepera, que se encontraban presentes en la sala. Este periódico se puso ayer en contacto con un responsable del citado Cuerpo, el cual se limitó a decir que se ha enviado un informe al juzgado «por lo que no es correcto que desvelemos su contenido puesto que hoy (ayer) la juez todavía no lo ha recibido». El propietario de la empresa, de nombre Antonio, dijo que la persona que acudió a la policía «no lo hizo en nombre de la empresa puesto que yo no le envié».
Finalmente, este periódico recogió la versión de Javier Vicens y su esposa, María del Mar Rodríguez, que fueron quienes acudieron al cuartel. María del Mar manifiesta que lo que ocurrió «no fue más que un comentario tonto, y además no dijimos nada de muertes judiciales sino que en ocasiones se da este dinero (diez mil pesetas) a particulares para que nos requieran cuando hay un fallecimiento. Tampoco es cierto que implicáramos a otro policía de otra localidad». Por su parte, Javier Vicens se expresó en parecidos términos y dijo que él actuó «a nivel personal, por lo que no hay que involucrar en esto a la empresa. Lo que le dije al policía fue un comentario tonto y no veo motivo para que se interprete de la manera que se está haciendo».