La gran densidad de vehículos que circula en Balears y la incapacidad de la red viaria actual para absorberlos son algunas de las causas de la alta siniestralidad de las carreteras, que en lo que va de año se han cobrado la vida de 106 personas. El jefe provincial de Tráfico, Javier Coromina, explicó ayer que desde el día uno de enero de este año hasta ayer, un total de 106 personas han perdido la vida, lo que supone un incremento del 32'5% en relación al mismo intervalo del año anterior, en que se contabilizaron 80 muertos.
La elevada tasa de automóviles que registra la CAIB, situada en 950 coches por 1.000 habitantes -«probablemente la más alta del mundo»-, y la inexistencia de una red viaria «adecuada» son en parte responsables, señala Coromina, del «espectacular» incremento de víctimas mortales. Coromina reitera la necesidad de incorporar autopistas en la red viaria de Balears porque, pese a que no eliminan totalmente el riesgo de accidente, «son mucho más seguras al evitar en gran medida uno de los siniestros mortales más habituales: la colisión frontal».
Javier Coromina afirmó que esta necesidad se hace todavía más urgente si se tienen en cuenta los datos referentes al número de vehículos matriculados en esta comunidad, que en el 2000 ascendieron a 72.535 unidades frente a las 30.969 censadas en 1991 o las 64.270 de hace apenas tres años. La cifra de fallecidos este año ha aumentado a lo largo de todos los meses en relación al 2000, a excepción de abril y junio. El mes de febrero de este año ha sido especialmente siniestro si se toman como referencia los 16 fallecidos, en comparación a los 7 que murieron ese mismo mes en el año 2000, en tanto que agosto se prevé también trágico si se comparan los 10 fallecidos hasta ayer con los 2 del mismo mes del año pasado.
Javier Coromina indicó que entre las principales causas de los accidentes en que fallecieron 106 personas en lo que va de año, 30 de ellas menores de 25 años, se encuentran el exceso de velocidad, la no observancia de la prioridad en los cruces o los adelantamientos incorrectos. «Detrás de ellas", señaló Coromina", suelen hallarse en algunas ocasiones la influencia del alcohol y las drogas». De estas cifras también se desprende que 53 de los 106 fallecidos no llevaban puestos el casco o el cinturón, en tanto que 82 eran hombres; 24, mujeres; 27, extranjeros, y 11, personas en cuyos siniestros estuvieron implicados vehículos de alquiler.