El camionero holandés Perry Wacker fue condenado ayer a catorce años de cárcel tras ser declarado culpable del homicidio de 58 inmigrantes ilegales chinos encontrados muertos en el vehículo que conducía en el puerto de Dover, en junio del año pasado. El tribunal de Maidstone, en Kent encontró a Wacker, de 33 años, culpable de 58 cargos de homicidio y de asociación para el contrabando de inmigrantes ilegales en el Reino Unido el 18 de junio del año pasado.
En el mismo juicio la traductora china Ying Guo también fue condenada a seis años de cárcel por asociación para el contrabando de inmigrantes ilegales en el Reino Unido. Ying era el contacto de la banda de contrabandistas de inmigrantes en Londres y debía ayudar a las víctimas a procesar sus solicitudes de asilo político si llegaban con bien a la capital; si eran detenidos, la traductora se encargaría de tramitar su fianza. Al anunciar su sentencia, después de que un jurado de nueve mujeres y tres hombres encontrara por unanimidad culpables a los acusados, el juez Alan Moses afirmó que Wacker había «demostrado una explotación cínica» de sus víctimas.