EFE-J.JIMÉNEZ
El mallorquín Jaume Sansó, antiguo director del Instituto Catalán
de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, tomó ayer posesión del cargo
de coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Barcelona.
Sansó inició su carrera en la Guardia Civil y estuvo al mando de la
Comandancia de Manresa desde 1992 hasta 1997, año en que pasó a
dirigir el servicio de tráfico de la Generalitat, que acababa de
asumir las competencias en esta materia. Después de tres años al
mando de este departamento de los Mossos d'Esquadra, Sansó ha
vuelto a la Guardia Civil para cubrir la vacante que dejó el
general Manuel Fuentes Cabrera cuando fue nombrado jefe en
Cataluña.
La delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, ha dado la «bienvenida» a Sansó, que vuelve a la Guardia Civil de Barcelona cuando este cuerpo «debe adaptar su estructura al modelo policial catalán de las comarcas del Bages, Vallés Oriental, Maresme y Barcelonés». Según Valdecasas, el despliegue de los Mossos d'Esquadra en estas zonas obliga a una «reorganización» y a la «potenciación de misiones como el servicio fiscal en puertos y aeropuertos, información, persecución de la delincuencia organizada, lucha contra la droga, armas y explosivos, servicio marítimo y vigilancia de fronteras».
La delegada del Gobierno ha dicho que le «consta» que «se darán todos los pasos y apoyos para mantener las dotaciones y estructuras que permitan ofrecer» estos servicios y se ha mostrado convencida de «la valía personal y profesional» de Sansó para afrontar esta nueva etapa. Jaume Sansó Capó nació en Ariany hace 56 años, está casado y es padre de cuatro hijos. En una entrevista con este periódico hace tres años declaró que le gustaría volver a Mallorca, aunque reconoció que se sentía muy a gusto en Barcelona: «Lo llevo muy bien. No pierdo el contacto con Mallorca, ya que allí tengo mis bienes y mi casa. Mi mujer y mis hijos van a Can Picafort cada verano y mi idea es retirarme en la Isla». El mando benemérito explicó que «para trabajar en la Generalitat me he visto obligado a cambiar el chip» y destacó que en Cataluña «hay mucha tranquilidad».