De un tiempo a esta parte, la zona y aledaños donde se asienta el mercadillo de Andratx viene sufriendo la presencia de varias «collas» de «trileros» con el consiguiente perjuicio para los comerciantes del lugar. Las quejas expuestas ante las autoridades no han surtido los efectos deseados, ya que constantemente estos grupos siguen ejerciendo su ilícita labor.
«Collas» como las de Barrera y la de Francisco Gris operan a sus anchas en todo el recinto del mercado, sin que hayan sido desarticuladas por los agentes del orden, creando un clima de impotencia entre los vendedores que ven cómo con esta actitud, los clientes deciden no acudir o alejarse del lugar lo más rápidamente posible.
Se tiene la evidencia de que estos grupos marginales integrados por seis individuos operan de forma rápida, provistos de una caja vacía de cartón plegable utilizada como mesa y unos cubiletes, montan en cuestión de segundo el juego del «trile», acosando a los incautos turistas que tienen la desgracia de transitar por sus inmediaciones. En cuestión de segundos se apoderan mediante engaño del dinero que portan, ya que las apuestas van desde el billete de 5.000 a 10.000 pesetas. Se cree que con este ilícito negocio los «trileros» obtienen en los días de mercado ganancias que pueden rondar el medio millón de pesetas, puesto que en una hora, suelen obtener, según un testigo, una cantidad cercana a las 200.000 pesetas.