La directora general d'Esports, Joana Maria Petrus, se mostró ayer tarde muy conmocionada por lo ocurrido, puesto que el fuego había destruido una de las instalaciones deportivas más modernas de la Isla.
Petrus, que confirmó que todo había quedado arrasado, explicó que la construcción del pabellón había supuesto un desenbolso económico de 240 millones de pesetas. A esta cifra hay que sumarle el coste de todo el material deportivo acumulado. Pese al momento de incertidumbre que se vivía ayer tarde, al desconocerse cuál era la causa que había provocado esta tragedia, la responsable política del deporte balear quiso enviar un mensaje de esperanza, sobre todo a las practicantes de la Escuela Superior de Gimnasia, asegurando que el pabellón se reconstruirá. «Era la instalación más moderna de Europa para la práctica de la gimnasia. Ahora tendremos que buscar un espacio alternativo para las gimnastas, que dentro de tres semanas competirán en el Campeonato de España», señaló Petrus, que incidió en que la desgracia para estas deportistas era tan grande que «se han quemado hasta las cintas de música de sus ejercicios». Petrus se abrazó al presidente de la Federación Balear de Gimnasia, Pedro Mir, que fue una de las personas más afectadas por lo ocurrido, y que no pudo contener las lágrimas.
Por otra parte, la policía acordonó ayer tarde los alrededores del pabellón para descubrir cuál ha sido la causa que ha provocado este incendio y que ha destruido una instalación propiedad del Govern balear. Ayer nadie pudo entrar dentro del pabellón debido a que existía el peligro de que parte del techo se pudiera derrumbar sobre alguna persona, y porque la temperatura acumulada seguía siendo muy alta. Policías del Grupo de Homicidios estuvieron ayer tarde hablando con los trabajadores del polideportivo para comprobar si habían localizado por la instalación a alguna persona en actitud sospechosa.
La última vez que se utilizó la instalación fue el domingo por la mañana, en una competición para niños.