Después de tres meses de investigación la Policía Judicial de la Guardia Civil y el Grupo de Información han detenido a un 'matón' de la mafia rusa que se había refugiado en Mallorca porque estaba siendo buscado por las autoridades alemanas. Sascha Schuling, de 43 años de edad, regentaba un restaurante de la calle Apuntadors y trataba de pasar desapercibido.
Fuentes de la 313 Comandancia de Palma informaron que la detención se practicó en la tarde del pasado jueves, sobre las 17'00 horas, cuando el georgiano se encontraba en su negocio palmesano. El prófugo parece ser que no ofreció resistencia y fue trasladado en medio de grandes medidas de seguridad a los calabozos de la calle Manuel Azaña. Sascha Schuling fue interrogado por los funcionarios encargados del caso, pero se desconoce si accedió a hablar con los agentes, algo inusual en este tipo de acólitos de la mafia rusa, que saben guardar silencio.
Ayer por la mañana el acusado fue trasladado hasta los juzgados de Vía Alemania, en donde el juez le comunicó que iba a ingresar en la prisión de la carretera de Sóller porque existía una orden de extradición contra él, por parte de un juzgado de la ciudad alemana de Stuttgart. La Guardia Civil recibió hace tres meses un comunicado de Interpol en el que se advertía de la posible presencia en la Isla del extorsionador georgiano, aunque no aportaba demasiados datos sobre su paradero.
Sascha Schulding es natural de la república ex soviética de Georgia, pero pasó 25 años residiendo en Alemania. Los investigadores creen que el hombre fue 'reclutado' por la mafia rusa, una de las más temidas y sangrientas, y que durante mucho tiempo se dedicó a amedrentar y apalear empresarios, para conseguir beneficios económicos o tratos favorables con su organización.
Las denuncias contra el ruso se fueron acumulando y las autoridades judiciales de Stuttgart ordenaron su detención. Sascha Schulding, empero, consiguió huir y se refugió en Mallorca, en donde empezó una nueva vida y alquiló un local para montar un restaurante de cocina de su país. Durante el tiempo que ha pasado en la Isla no ha protagonizado incidentes y la Benemérita sospecha que pretendía pasar desapercibido para no dar cuenta de sus actividades ilegales en Alemania. Además de extorsión, la Justicia de Stuttgart le imputa un delito de asociación criminal, por su 'estrecha relación' con la mafia rusa. En las próximas semanas está previsto que sea extraditado.