«Ya he recorrido Mallorca pueblo por pueblo, pero no voy a descansar. Lo último que pierde una madre es la esperanza de volver a ver a su hijo». Ana Camino, una vecina de Palma de 54 años, lleva a cabo desde finales de octubre una búsqueda, cada vez más desesperada, para dar con su hijo, un joven con problemas de amnesia que salió de su casa para reunirse con un amigo, hace hoy cincuenta días, y desapareció.
Benjamín Ferragut Camino tiene en la actualidad 25 años y hace ocho sufrió un tremendo accidente de moto. Trabajaba como camarero y su vida y, por ende, la de su familia, cambió para siempre ese día. Benjamín pudo volver a caminar, pero le quedaron secuelas irreversibles; desde entonces le suceden episodios severos de amnesia y el joven, que puede llevar una vida relativamente normal, no recuerda cosas elementales.
Su madre, natural de Málaga y que hace pocos años quedó viuda, atraviesa los momentos más difíciles de su vida y ayer declaró a Ultima Hora que ha recorrido, pueblo por pueblo, la geografía mallorquina, colgando carteles de su hijo en negocios y gasolineras: «Por las tardes trabajo cuidando a unos ancianos, pero las horas que tengo libre por las mañanas las dedico a buscar a Benjamín por toda Mallorca. Hablo con la gente y le exponga mi caso, pido ayuda a todo el mundo que me escucha, pero desde aquel 28 de octubre no hemos vuelto a tener noticias de él», refirió.
Ese día Benjamín salió a las cuatro de la tarde de su casa de la calle Femenías y dijo que regresaría dos horas después. El tiempo pasó y su madre, angustiada, llamó al piso del amigo al que se dirigía el muchacho: «Cuando me contó que no había llegado me dio un vuelco el corazón. Benjamín, en apariencia, es normal, pero no se acuerda de muchas cosas. Ese día no llevaba dinero, por lo que no pudo ir muy lejos»; añadió.
El joven vestía un jersey negro con rayas blancas, pantalón de lino fino y zapatillas deportivas. El calvario de su familia se fue agravando con el paso de las semanas, pero Ana decidió que no podía quedarse de brazos cruzados: «He hablado con los capitanes de barcos que salen hacia la Península o hacia Menorca y Eivissa, y se han comprometido a hacer llegar carteles con la foto de mi hijo a esos destinos. Mi otro hijo, que viaja con frecuencia por motivos laborales, también ha colgado los pasquines en Barcelona, Sevilla o Bilbao», comentó Ana.
Hace un tiempo le llegaron rumores de que Benjamín había sido visto en una discoteca de Valencia, pero no pudo confirmar ese extremo.