«Lo peor son las secuelas psíquicas que quedan. Desde aquella madrugada no puedo conciliar el sueño y tengo pesadillas. Creo que me siguen por la calle y no estoy tranquilo». Gabriel Aguiló, un músico de 35 años vecino de Palma, fue víctima el pasado domingo de una brutal paliza por parte de un grupo de 'cabezas rapadas' que se cruzaron con él en Cala Major y, sin provocación previa, lo lincharon. Luego trataron de arrojarlo por un terraplén, pero desistieron de aquella idea ante la tenaz resistencia que ofreció.
La víctima había salido con unos amigos a tomar unas copas y sobre las cinco y media de la madrugada salió de un local y, acompañado de dos amigas, se dirigió a buscar el coche. «Por la acera otras amigas que caminaban por delante de nosotros se toparon con cinco sujetos que les pidieron de manera agresiva un cigarrillo. Luego se encararon conmigo y comenzaron a insultarme. Al principio no decía nada, pero cuando les pedí que me dejaran marchar se exaltaron muchísimo y me respondieron que estaba buscando bronca», relató el músico a este periódico.
Cuando Gabriel Aguiló recuerda lo que sucedió a continuación todavía se estremece: «De repente me patearon y golpearon por todo el cuerpo. Eran tres y me dieron una paliza de perro. Pensaba que me mataban, pero lo que más me ha traumatizado de toda esta historia es que dos de ellos me cogieron en volandas y trataron de tirarme por un terraplén de varios metros. Pude cogerme a un banco, pero pensé que no lo contaba», añadió. Sus compañeras también fueron vejadas y arrojadas al suelo. El músico agredido fue trasladado al Hospital General, en donde los médicos apreciaron que presentaba una grave contusión en el tabique nasal, lesiones en las costillas y golpes en todo el cuerpo. En las próximas semanas deberá ser sometido a una intervención quirúrjica y a raíz de su caso ha averiguado que en la misma zona de Cala Major se han registrado, en poco tiempo, otras cuatro salvajes agresiones sin que mediara palabra entre víctima y atacantes.