Los primeros resultados del examen forense efectuado a lo largo del día de ayer a los restos de María del Carmen del Salto han aportado pruebas que indican, casi con toda seguridad, lo que se temía desde un principio; que la joven fue agredida sexualmente antes de fallecer y que el asesino acabó con su vida estrangulándola o asfixiándola.
La autopsia debía realizarse a primera hora de la mañana, pero los padres de la fallecida solicitaron ver el cuerpo y esa circunstancia retrasó el examen. Los forenses Francisco Alarcón y Emilia Salas, del juzgado de Manacor, examinaron los restos mortales poco antes de las doce del mediodía y dieron por finalizada la primera inspección pasadas las tres de la tarde. Luego reanundaron su trabajo hasta casi las 20'00 horas. El cuerpo se encontraba en avanzado estado de putrefacción, con las ropas pegadas al cuerpo y cubierto por tierra y maleza. La parte superior estaba momificada y la que estaba en contacto con el suelo se hallaba en descomposición. Las ropas estaban parcialmente desgarradas y los pantalones se encontraban bajados.
Los forenses obtuvieron muestras de tejidos y de visceras, y las uñas y su ropa interior serán remitidas al Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona. No obstante, los especialistas opinan que será muy difícil encontrar restos de esperma del asesino, por el tiempo transcurrido y por el estado de la víctima. En sus uñas, en cambio, se puede encontrar piel del atacante, lo que sería determinante para inculparlo. El secreto de sumario impidió conocer oficialmente cualquier detalle de la inspección facultativa, pero fuentes cercanas al caso confirmaron a este periódico que se hallaron indicios de que María del Carmen había sido forzada sexualmente. Los especialistas descartan que la joven de Porto Cristo mantuviera relaciones consentidas con Andreas por varios motivos, pero principalmente porque se encontraba rozando el coma etílico y era incapaz tan siquiera de mantenerse en pie.