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Un pastor halla cerca de Portocristo el cadáver de María del Carmen del Salto

La joven, de 27 años, estaba desaparecida desde el pasado mes de mayo y fue vista por última vez en un pub de Cala Bona en compañía de un ciudadano alemán

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El cadáver de la joven mallorquina María del Carmen del Salto, de 28 años, desaparecida desde el pasado mes de mayo, fue encontrado esta mañana por el perro de un pastor en un paraje próximo a Portocristo, en avanzado estado de descomposición. Con el hallazgo del cuerpo, el caso ha dado un vuelco, por lo que la Guardia Civil, vía Interpol, ha solicitado la detención nuevamente del ciudadano alemán Andreas Ingo Okulus, de 33 años, principal sospechoso de la desaparición y que, tras ser interrogado el pasado mes de julio, fue puesto en libertad por falta de pruebas. Enrique del Salto, el padre de la joven, confirmó esta tarde que los restos humanos encontrados pertenecen a su hija, tras personarse en el cuartel de la Guardia Civil para reconocer los objetos y las ropas que los agentes habían recogido en el lugar. Visiblemente consternado, Enrique del Salto exigió «justicia» y que se aplique el asesino de su hija la ley del Talión: «Ojo por ojo y diente por diente», dijo. Con la nueva situación creada tras la aparición del cuerpo del delito, la Guardia Civil ha enviado un requerimiento a la Policía alemana para que detenga nuevamente a Andreas Ingo Okulus, según dijeron a Efe fuentes de la investigación. La Guardia Civil cree que este sospechoso es el hombre que se llevó a la joven en brazos de las escaleras del bar Van-Van de Cala Bona, tras haber sufrido una caída cuando se disponía a regresar a su casa en Portocristo. Andreas Ingo Okulus abandonó precipitadamente Mallorca al día siguiente de la desaparición de la joven, que causó una gran conmoción en la isla. El cadáver fue descubierto por el perro de un pastor, el cual llevó hasta su dueño una mano femenina colgada de su boca tras haberla extraído de unos restos humanos envueltos en unas cortinas y escondidos debajo de unas matas. El pastor, Mateo Galmés, explicó a los periodistas que esta mañana había acudido al lugar conocido como Sa Gruta con sus ovejas, acompañado de otro pastor llamado Esteve Sureda, cuando hacia las 9'30 horas el perro se acercó a él con algo en la boca. En principio no se dio cuenta de que era una mano, pero luego vio que llevaba una pulsera y se percató de que se trataba de una extremidad de mujer, a la que le faltaba piel, aunque no estaba muy deteriorada. Luego los pastores encontraron el cadáver, que olía mal y no estaba enterrado, y avisaron a la Guardia Civil. La zona, situada a unos tres kilómetros de la localidad de Portocristo, había sido peinada sin éxito durante las labores de búsqueda de Carmen del Salto en un rastreo que se prolongó desde Cala Bona hasta Manacor.
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