Seis años de cárcel es la condena que ha fijado un tribunal de Palma contra Manuel Martínez por un delito de lesiones. El hombre le lanzó un vaso a una mujer a la cara y la dejó ciega. El tribunal también ha condenado a la mujer y un hijo de Martínez a un año de prisión por golpear a un guardia civil que quiso detener al agresor. Los hechos ocurrieron pasadas las cuatro de la madrugada del 30 de abril de 1997 en un club de la calle Joan Bauçà, en Palma. El hombre entró con un amigo y pidió una copa pero el amigo le dijo al camarero que no se la sirviera puesto que ya había bebido mucho.
Minutos después entró una mujer. No trabajaba en el bar, pero acudía a visitar a una amiga. El acusado la llamó prostituta. La mujer se dirigió al acusado y le dijo que la prostituta era su madre iniciándose una discusión en la que hubo insultos y amenazas, si bien los testigos evitaron que la cosa pasara a mayores. Dentro del bar se encontraban los camareros, el amigo del acusado y un guardia civil. Aprovechando el descuido de los testigos, Manuel agarró un vaso de cristal y se lo lanzó a la mujer, impactándole en la cara. El cristal le alcanzó el ojo izquierdo y provocó el estallido del globo ocular. Tras ser trasladada con urgencia a Son Dureta los médicos que la operaron comprobaron que había perdido toda la visión del ojo herido y no tiene posibilidades de recuperar la vista.