La tripulación del «Destiny Langkawi» está formada por marineros principalmente británicos y sudafricanos, que han navegado por todo el mundo.
La nave había recalado en ocasiones anteriores en Palma, pero los tripulantes no olvidarán esta escala porque algunos opinaron que habían vuelto a nacer. «De repente la nave se escoró. Yo estaba en cubierta y no me lo pensé dos veces; salté y caí al agua, luego se me vino el barco encima, pero por fortuna no me aplastó», relató uno de los heridos.
En los próximos días se reflotará la embarcación, una operación que se antoja compleja.