Una adolescente marroquí de 16 años ha denunciado ante la Policía Local de Palma que su novio la mantuvo varias semanas encerrada en su casa, para evitar que marchara a Murcia para reunirse con su familia.
A la una y media de la tarde del domingo una patrulla del 092 detectó en la Plaza Gomila a una chica llorando y pidiendo ayuda. Explicó, a duras penas, que su novio la tenía retenida y fue trasladada al cuartel de San Fernando para aclarar esos extremos. Una vez en las dependencias policiales relató que su compañero, de 23 años, la convenció para que se trasladara «una semana» de vacaciones a Mallorca. Ella accedió y al principio la relación era correcta, casi idílica, hasta que él le pidió que se quedase más tiempo en la Isla. La extranjera, en un principio, accedió, pero a la cuarta semana le indicó que quería volver a Murcia.
Fue entonces cuando lo que debían ser unas románticas vacaciones se convirtieron en un calvario para la adolescente marroquí. Su novio la encerró en la casa y comenzó a agredirla con frecuencia. Cuando salía dejaba cerrado por fuera y en las ventanas había barrotes, por lo que era imposible que la chica escapara. La tensión entre ambos fue en aumento, pero se hizo insoportable cuando el individuo comenzó a forzarla sexualmente. La turista magrebí señaló que al principio accedió a sus exigencias, por temor a represalias, pero cuando se negó recibió una paliza tras otra.
En algunas ocasiones sufrió lesiones que le dejaron secuelas, pero no recibió asistencia médico porque no podía salir de la casa. A este respecto, la adolescente marroquí añadió: «Él sabe perfectamente que debe procurar no dejarme marcas para no tener problemas». En su declaración, la muchacha contó que su compañero encontró trabajo en un hotel de Magaluf, pero a la semana siguiente lo dejó y decidió que lo mejor para obtener ingresos era que ella se prostituyera en un club de alterne de un amigo.