La prensa británica se ha hecho amplio eco del salvaje crimen del Port d'Alcúdia y varios rotativos ingleses han coincidido al comprar la salvaje muerte de Yvonne O'Brien con la de la actriz Sharon Tate, hace ahora treinta años.
Titulares del tipo «Manson Mallorquín» aparecieron ayer en los medios de aquel país, junto a fotografías del sádico que el 9 de agosto de 1969 asesinó a la famosa actriz, esposa del director de cine Roman Polansky. Los diarios han destacado que Yvonne murió durante un «rito satánico» y algunas cadenas de televisión, como la ITN, han enviado corresponsales a Mallorca para seguir la noticia.
Por otra parte, Alcúdia amaneció ayer estremecida con los detalles del sangriento episodio de la calle Teodoro Canet número 50. Sus vecinos, o al menos la mayoría, mostraron su inquietud por el hecho de que un sádico ande suelto y pidieron a las fuerzas de seguridad, y en concreto a la Guardia Civil que es quien lleva el caso, que den pronto con él.
Carmen Aguiló, dueña de un bar de la localidad y una de las mejores amigas de la difunta, explicó que Ivonne era una persona entrañable, pero que tenía problemas con la bebida y a menudo se metía en problemas por esta adicción. Según la empresaria, la británica recibía cada mes desde su país unas 400.000 pesetas, aunque no supo precisar quién se las enviaba. Carmen Aguiló, además, fue la última persona que vio con vida a la extranjera, el domingo por la mañana. «Que yo sepa no tenía enemigos, pero es cierto que conocía a mucha gente y a menudo iba acompañada de hombres», aseguró su amiga.