500 personas, en su mayoría jóvenes, vivieron en la madrugada del sábado al domingo la experiencia de un simulacro de incendio en una conocida «macro» discoteca de Magaluf. La evacuación y las ficticias labores de extinción, en las que participaron numerosos organismos, fueron un éxito.
A la medianoche se dispararon todas las alarmas del recinto de BCM, por un supuesto fuego localizado en uno de los bares. Los responsables de la «disco» alertaron con celeridad al Centro de Emergencias 112, que movilizó al resto de efectivos de auxilio: Guardia Civil, Policía Local, bomberos, ambulancias y Protección Civil.
Mientras tanto los clientes fueron abandonando el local, de manera ordenada y por las salidas de emergencia. Manolo Barnés, coordinador del dispositivo, destacó la rapidez con que se llevó a cabo la evacuación y valoró muy positivamente el simulacro. Los bomberos colocaron mangueras extractoras de humo y los médicos de las ambulancias rescataron al único «herido», también en la ficción, del siniestro; un camarero al que le aplicaron oxígeno.
En sólo 20 minutos la situación estuvo completamente controlada y los efectivos de emergencia pudieron valorar los pros y contras de la operación. La alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, presenció el ejercicio y destacó la importancia de este tipo de actuaciones, sobre todo en locales abarrotados de gente donde una mínima incidencia puede tener gran impacto.