Un grupo de psicólogos trabajará a partir de hoy para prestar ayuda a los compañeros de clase de María Alba Barceló, la joven de dieciséis años de edad y natural de Llubí que el pasado lunes falleció en la estación invernal de Espot, Lleida.
Así lo anunció ayer en el transcurso de una rueda de prensa Innocent de Marchi, director del Instituto de Enseñanza Secundaria Albuhaira de Muro, donde cursaba sus estudios la fallecida y que fue inaugurado como tal en septiembre de 1995. Los psicólogos estarán en el centro a partir de las ocho de la mañana de hoy, cuando se reinicien las clases en el centro y, en concreto, para los 34 compañeros que compartían el aula con la víctima. Pero el apoyo se hará extensivo al resto de estudiantes que lo necesiten, que suman en total 310.
El director agradeció públicamente el apoyo recibido por parte de la Conselleria d'Educació, que ha facilitado el asesoramiento jurídico a los alumnos y a la familia de la víctima.
De Marchi calificó de «traumático» para muchos alumnos lo ocurrido y dijo que hay «muchas personas afectadas, porque a todos nos sorprende la muerte de una persona joven y de una manera imprevista». Pero el director recordó que «hay que retomar las clases a partir de ahora y volver a la normalidad, para lo que tenemos que estar preparados y contamos con la ayuda necesaria».
Desde el centro está previsto efectuar una acto de recuerdo de la víctima, aunque el director comentó ayer que faltaba concretar el tema.