El jurado popular que juzga el asesinato de Ana Belén Gil, la mujer que murió en el asesinato de Palma, quedó ayer tarde incomunicado para llegar a un veredicto sobre este caso. La incomunicación del jurado se realizó sobre las cuatro de la tarde. La magistrada Margarita Beltrán explicó a los miembros del jurado su función y les dio las instrucciones que deben seguir para llegar a un veredicto. La ley no permite al jurado limitarse a decir que el acusado es culpable o inocente, sino que tiene que fundamentar cada una de las decisiones. En el caso del crimen del cementerio la magistrado ha planteado al jurado que se pronuncie sobre nueve cuestiones. Lo único que está claro es que la víctima, Ana Belén Gil, murió en el cementerio y que falleció al ser apuñalada por Bartolomé Clar Camacho.
El jurado debe pronunciarse sobre si la muerte de Ana Belén fue un asesinato o fue un homicidio. La primera tesis la defiende la acusación, que también mantiene que hubo alevosía y ensañamiento. La defensa, en cambio, mantiene que fue un homicidio, porque el acusado nunca planeó la muerte de su novia y que la víctima pudo defenderse. El tribunal popular debe pronunciarse también sobre si cree que el acusado sufre alguna enfermedad mental. Los médicos han calificado al acusado como un psicópata, que no tiene ningún sentimiento mientras mata.