La conselleria de Sanitat informó ayer que la legislación vigente en materia de animales domésticos «recomienda» incinerar a los perros que fallecen o son sacrificados, «ya que se trata de la fórmula más higiénica», apuntó un portavoz.
En la edición de ayer adelantábamos que en una fosa común de Llucmajor, próxima a la depuradora municipal, se habían acumulado en los últimos meses decenas de cadáveres de canes recogidos por los empleados del ayuntamiento. Sanitat explicó ayer que la posibilidad del enterramiento masivo de animales, siempre que se cumplan unas condiciones muy estrictas, no es ilegal.
Sin embargo, los recintos tienen que estar impermeabilizados y
los encargados de su mantenimiento deben arrojar cal en grandes
cantidades.
Tal y como informó ayer este periódico, la eliminación por
incineración de animales se realiza en un horno de Son Reus, aunque
por supuesto no en la incineradora. A este respecto, el CIM, a
través de un comunicado, señaló ayer que «no se entra a valorar la
bondad del sistema utilizado en cuanto a ventajas e inconvenientes
de un sistema u otro de eliminación ya que este tipo de residuos
queda fuera del ámbito de la gestión encargada al Consell Insular
por el vigente Plan Director sectorial de gestión RSU».