Francisco Miguel no tuvo ninguna oportunidad de escapar. El pequeño de 4 años, degollado mortalmente por un perro dogo argentino frente a su casa de Can Picafort, jugaba junto a unos amigos en una zona de pinar de la calle Son Bauló cuando el grupo observó temeroso cómo el perro asesino y otro can, un dogo de Burdeos, avanzaban hacia ellos.
Los niños comenzaron a correr en dirección al edificio que hay frente al jardín, pero Francisco Miguel, por su corta edad, se quedó rezagado. El animal alcanzó al niño y se ensañó con él, le degolló y luego siguió mordiéndole en casi todo el cuerpo. Todo ocurrió con extrema rapidez y los gritos de los amigos de Francisco Miguel alertaron a un vecino, que corrió hacia el escenario del salvaje ataque y trató de separar el dogo argentino del pequeño. El can había enloquecido e incluso intentó morder al hombre. Al final el dogo argentino soltó a la víctima y se alejó del lugar.
La Guardia Civil se hizo cargo de inmediato de la investigación y como primera medida aisló a los dos perros, si bien el dogo de Burdeos no intervino en el ataque. A continuación los agentes buscaron al propietario del can, Alfredo C.L., que se hallaba en un estado de gran nerviosismo y que tuvo un incidente con algunos de los presentes, en un ambiente muy caldeado por el brutal acontecimiento. El hombre, finalmente, quedó detenido por un presunto delito de homicidio involuntario por imprudencia.
El pequeño de tres hermanos de una familia
humilde
El niño fallecido en circunstancias dramáticas en Can Picafort era
el pequeño de tres hermanos de una familia humilde. Su padre,
Miguel Hiraldo, es albañil y su madre, María Francisca Vega,
trabaja en el ramo de la hostelería. Se trata de una familia muy
apreciada en Can Picafort, donde la noticia del ataque mortal del
dogo argentino ha provocado auténtica consternación.
La madre es oriunda de Extremadura y se espera que entre hoy y mañana se desplacen a Mallorca el resto de parientes que viven en la Península.
El funeral por el alma de Francisco Miguel está previsto para mañana lunes y se espera una asistencia multitudinaria al oficio religioso. La casa de la familia Hiraldo-Vega fue visitada ayer por vecinos y amigos, que quisieron estar junto a ellos en unos momentos tan difíciles.