Bartolomé Clar Camacho se dirigió ayer a la magistrada Margarita Beltrán, en la Audiencia de Palma, y le dijo: 'Esto es una tontería porque a mí ya no me puede pasar nada, puesto que el reglamento Penitenciario me permite refundir las condenas'. El asesino de su suegra, su cuñado, y autor confeso del asesinato de Ana Belén Gil en el cementerio de Palma, dijo estas palabras a la juez al final de la vista que se celebró y en la que se pide una prórroga de dos años de prisión provisional por el asesinato de Ana Belén Gil, ocurrida en la Navidad de 1996. En la vista estuvieron presentes el fiscal, Gabriel Rulán; la representante de la acusación popular, la abogada Francisca Arrom; el abogado que representa la acusación particular, Miguel Montserrat; la abogada defensora de Clar, Carmen Cardona; el acusado y la magistrada Margarita Beltrán, que es la presidenta del tribunal del jurado que el próximo año tiene previsto juzgar a Clar.
Clar Camacho cumple una condena de 60 años por los asesinatos de su suegra y su cuñado en la Soledat. Durante la vista las acusaciones solicitaron la prórroga de dos años más de prisión provisional por el llamado 'crimen del cementerio'. La abogada defensora no se opuso 'por razones prácticas' y cuando se concedió la palabra al acusado éste se dirigió a la juez en los términos señalados. La juez le dijo que este no era el motivo de la vista, que se dio por cerrada y Clar Camacho regresó a la cárcel.